CONFUSIONES Y AUTOENGAÑOS . Por Carlos M Vilas (Miembro de la CPF )
La crisis que se originó en el mundo desarrollado y el modo en que los gobiernos de Estados Unidos y de la Unión Europea están reaccionando frente a ella han dado lugar a una serie de calificaciones curiosas que revelan, detrás del manto de la ironía, una cierta incomprensión de la crisis misma –de sus causas, sus mecanismos de transmisión, la proyección de sus efectos. “Socialismo estilo USA”, “nacionalismo de mercado”, “fin del neoliberalismo”, son algunas de las reacciones de muchos observadores. Se apunta básicamente a la decidida intervención estatal en el salvamento de firmas quebradas, en la compra de deudas incobrables, en el volcado de dineros públicos para resolver angustias privadas. Gracejos como los mencionados sugieren que incluso los críticos del neoliberalismo se tomaron en serio el discurso neoliberal y realmente creyeron que, en el capitalismo financiero y globalizado, el estado llegaba a su fin, por lo menos en asuntos económicos.
La relación entre el estado y el capitalismo, deberíamos saberlo, no está atada a instrumentos de política o a herramientas institucionales en particular. La historia de las grandes crisis financieras lo ilustra hasta la saciedad. “Laissez faire” e intervensionismo son modos de articulación entre el poder político institucionalizado en el estado y el poder económico-financiero de los mercados –en realidad, de sus actores más poderosos y por eso mismo de mayor capacidad de gravitación política. Estamos viviendo hoy algo que ya vivió en el pasado. El viraje actual desde el “estado ausente” del neoliberalismo al estado interventor repite lo que ocurrió, por ejemplo, tras la crisis de 1929. El poder político no se hace ascos ideológicos cuando de lo que se trata es de salvar al sistema económico y social que le da sustento –y, hoy por hoy, el sistema económico que reina en todo el globo. (Nota completa en http://www.cpfederal.com.ar/2008/10/23/confusiones-y-autoenganos-carlos-m-vilas/
La relación entre el estado y el capitalismo, deberíamos saberlo, no está atada a instrumentos de política o a herramientas institucionales en particular. La historia de las grandes crisis financieras lo ilustra hasta la saciedad. “Laissez faire” e intervensionismo son modos de articulación entre el poder político institucionalizado en el estado y el poder económico-financiero de los mercados –en realidad, de sus actores más poderosos y por eso mismo de mayor capacidad de gravitación política. Estamos viviendo hoy algo que ya vivió en el pasado. El viraje actual desde el “estado ausente” del neoliberalismo al estado interventor repite lo que ocurrió, por ejemplo, tras la crisis de 1929. El poder político no se hace ascos ideológicos cuando de lo que se trata es de salvar al sistema económico y social que le da sustento –y, hoy por hoy, el sistema económico que reina en todo el globo. (Nota completa en http://www.cpfederal.com.ar/2008/10/23/confusiones-y-autoenganos-carlos-m-vilas/